La idea utópica de ayudar a los más
abandonados y necesitados es tan antigua como la humanidad misma. Pero y el ¿Teletón? ¿Realmente ayuda?
La verdad es que sí. La fundación Teletón sí ayuda,
el detalle es que es una ayuda condicionada. Desde que se hizo el primer
Teletón aquí en México en 1997, se escuchaban “habladas”, leyendas urbanas de
que el Teletón era selectivo; es decir, ellos escogían a quién ayudar y a quién
no. En ese tiempo mi edad era de 14 años y los rumores de la selectividad eran
bastantes. Sinceramente a mí, desde ese entonces, no me llamó la atención el
donar para dicho evento, se me hacía y hasta la fecha se me hace una manera
cruel y ruin de obtener dinero, independientemente del fin o la intención. Pasó
el tiempo y 16 años después, ahora en el 2014, me di cuenta de un poco de la realidad que maneja la
fundación...
En marzo de este año platicando con Víctor,
pediatra de mis hijos, mientras le hacía su revisión de rutina a mi hijo mayor
que padece leucemia, me comentó que acababa de diagnosticar a un niño con el
mismo tipo de leucemia que mi hijo un par de semanas atrás. A diferencia de
nosotros, los papás del niño no contaban con ningún tipo de seguro como el
IMSS, ISSSTE o el Seguro Popular, ni tampoco tenían el dinero suficiente para
solventar un gasto en una clínica particular para un esquema de quimioterapias
largo y complejo como lo es para la leucemia.
Recién estaba inaugurado el HITO (Hospital
Infantil Teletón de Oncología) aquí en la ciudad de Querétaro, que presume ser
el hospital infantil más grande de América Latina para tratar a pacientes
oncológicos y que atenderían a cualquier paciente, sabiendo esto, Víctor procedió a llamar al HITO para canalizar al pacientito
con leucemia y que en ese preciso momento su pequeña vida pendía de un hilo. El
pediatra se llevó una desagradable sorpresa: no recibirían al niño. Y pretextos
hubo muchos!
Primero, que había lista de espera; hay enfermedades que no
esperan y que en un abrir y cerrar de ojos, si no se actúa a tiempo, acaban con
la vida de un pequeño. Y segundo: que después de estar en lista de espera,
tenían que valorar al paciente para ver “si lo podían atender” y ver “las
probabilidades de curarse”. A todo ello, Víctor les dijo hasta de lo que se
iban a morir porque el caso que tenía era una EMERGENCIA y no podía esperarse
para “ver si se le iba a atender o no”. Al final lo que importa es que el niño
fue atendido a tiempo, pero en otra institución ajena al Teletón y en el
Distrito Federal.
En fin...
Las conclusiones con Víctor ese día
fueron que el HITO está “manipulando” sus estadísticas para hacerse ver como un
hospital con pocas o nulas bajas, diciendo que de 100 pacientes, 99 se curan;
reservándose el “derecho de admisión” bajo criterios dudosos. Y definitivamente
que hay más teatro que otra cosa con la donación.
No dudo pongo en duda que la fundación
tenga excelente tecnología y el mejor personal para tratar a los niños y
personas con capacidades diferentes. No pongo en duda que la fundación tenga el
mejor equipo y los mejores médicos para tratar a pacientes oncológicos. No
pongo en duda que los tratamientos sean excelentes. Y sinceramente felicidades
a los que resultaron beneficiados por esta fundación. Lo que pongo en duda es
la ética bajo la cual se desenvuelve, la ética de los dirigentes, la ética de
los que manipulan la información a costa de las personas que en algún momento
llegamos a necesitar un poco de apoyo y se nos fue negado, la ética de los que
juegan con la vida de las personas y, por qué no, con los sentimientos de las
personas. Porque desde que hacen su show para recaudar capital hacen de los
enfermos títeres y de nosotros los simples mortales una burla.
¿Tan lejos estamos de ayudar al prójimo sin
ningún interés de por medio? ¿Tan lejos estamos de ser honestos y no jugar con
las vidas y los sentimientos de las personas?
A mí me tocó ver de cerca la muerte de
muchos niños por culpa del cáncer. Vi pasar a Daniela, Emiliano, Leidy,
Chavita… y muchos más que después de 3 años he olvidado sus nombres y no sus
caritas. Vi el sufrimiento de sus padres, el dolor de los médicos, la tristeza
de las enfermeras y en nosotros, los de al lado, todos esos sentimientos encontrados
y el temor de que a uno no le fuera a pasar lo mismo, rezando día y noche para
que no ocurriera una desgracia, agradeciendo cada día por un día más de vida,
para que una fundación de dudosa procedencia venga a ponerle más leña al fuego y limón a la herida.
Por esa razón:
#YoNoDonoAlTeletón
Nota del Editor: En 1er lugar, agradezco públicamente a la Ing. Miranda por tan interesante e ilustrada aportación y por ser la 1era persona en tomarse la molestia y un poco de su tiempo en aportar a éste espacio de Opinión Pública.
Y en 2do lugar, cualquier cristiano en éste DESIGUAL país por $40,000 USD ($560,000 MX) se para enfrente de un escenario a decir pendejada y media,verdad Don Eugenio Derbez?
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